diumenge, 29 de març del 2015

Cap. 1067: El Barça ayuda a la reforestación de Montserrat (II)

El 30 de marzo de 1987, el FC Barcelona, una vez más, mostraba toda su sensibilidad hacia uno de los símbolos sagrados de Catalunya y acudió a su llamada de socorro, como no podía ser de otra forma debido a la estrecha relación y vinculación que, desde tiempo pretéritos han mantenido ambas instituciones. Con el presidente Núñez a la cabeza, el barcelonismo acudió a plantar reeplantar las zonas más afectadas para que los alrededores del templo volvieran a cobrar vida. El abad Cassià Just agradeció la repoblación barcelonista (supervisada por un técnico de la Generalitat) con unas sentidas palabras:
- "Gracias en nombre de los monjes, de la Escolanía y, me atrevo a decir, de todos los catalanes. Que actos como éste nos mueven a seguir en la senda de nuestros ideales y de nuestro coraje para luchar y para vencer. Os exhorto a no ser nunca rencorosos y a ser siempre una familia bien unida. Una vez más, gracias"
Los Directivos del FC Barcelona hicieron pocas declaraciones, e incluso Gaspart se refería esto con las siguientes palabras:
- "Montserrat es un lugar al que se viene para rezar... por lo que tengo que morderme la lengua. [...] Además el Pare Abat, en su homilía, nos ha exhortado a la coherencia, a la esperanza y a la moderación"
La jornada concluyó con una comida de hermandad a la que asistieron más de mil comensales (la inscripción se tuvo que cerrar cuando se alcanzó el límite de la capacidad del comedor del restaurante Montserrat). El barcelonismo se había movilizado para mostrar su lado más solidario. El Club demostró su compromiso con el país con un acto cargado de simbolismo.

Cap. 1067: El Barça ayuda a la reforestación de Montserrat (I)

Un incendio provocado el 7 de agosto de 1986 en el Macizo de Montserrat. Los bosques de la montaña, los matorrales se incendiaron rápidamente como rastrojos. En pocos momentos el fuego rodea el monasterio y el santuario. La flora y la fauna desaparecían consumidas por unas llamas que no se podían detener. Una gran solidaridad humana se desplegó para combatir el fuego. Pero este no se podía detener. Fueron unos días tristes. Montserrat quemaba. Un gran desastre natural y sentimental apoderó del corazón de muchos catalanes. La montaña de Montserrat, símbolo de la patria catalana, quedaba consumida por un fuego devastador. Pero, a medida que el fuego avanzaba crecía el sentimiento de colaboración y donación para salvar Montserrat.
El incendio quemó 3.216 hectáreas de las 7.760 del espacio protegido, es decir, algo más del 40% del bosque