dissabte, 11 de juliol del 2015

Cap. 1483: La "triste" final de las Botellas (V)

Las declaraciones en el palco del estadio madridista fueron comedidas aunque sin duda muchos se mordieron la lengua para no decir lo que realmente pensaban.Narciso de Carreras (presidente del Barça),Santiago Bernabeu,(presidente del Real Madrid) y Jose Luis Costa,(presidente de la Federación española de fútbol),fueron los personajes más buscados por los periodistas en la zona noble del Estadio merengue aquella noche.
Santiago Bernabéu, el presidente blanco, también entró en escena. "El Real Madrid no ha protestado ni protestará nada. El Real Madrid sigue siendo el Real Madrid"... pero Rigo no volvió a pitarle un partido más, como la mayoría de las veces una cara en la prensa y otra por detras.
En el palco y fuera de los microfonos, la señora de Camilo Alonso Vega, ministro de Gobernación, está muy afligida. Le dice a Bernabéu: "¡Qué desgracia, hemos perdido!" Su marido le reconviene: "Felicita al presidente del Barça…" Y ella se vuelve hacia este: "¡Ah, sí, perdón! Felicidades. Porque Cataluña también es España, ¿verdad?" A lo que Narcís de Carreras responde: "Señora, no fotem".
También el colegiado Antonio Rigo se vio obligado a hablar después del partido, aunque en principio no quería. Visiblemente molesto, puso enfásis en el público y en los periodistas. "Esperaba que el público madrileño me acogiera con pocas simpatías, por lo que su actitud no me extraña en manera alguna. Los insultos no han influido en mi actuación". Sobre el posible penalti de Eladio, añadió: "El criterio de ustedes los periodistas es el que vale. Alguno, sobre todo, sabe más que cualquier árbitro".
El FC Barcelona se va con su Copa y queda la polémica. ¿Merece el Madrid una sanción? La FEF no lo aplica, porque estima que es ella la organizadora del partido, no el Madrid (todo lo contrario que en este año cuando los silbidos al himno, no creo en las casualidadas). Eso provoca enfado en el club blaugrana. Eso sí: antes de comenzar la Liga siguiente, la federación emitió una circular prohibiendo despachar envases de vidrio en los estadios. Desde entonces debían ser previamente escanciados por el expendedor en vasos de plástico. Eso provocaba grandes colas en las barras, retrasos y barullos, lo que hizo que todas las aficiones de España pagaran en cierto modo la zaragata de los aficionados blancos.

Cap. 1483: La "triste" final de las Botellas (IV)

Tras el gol, el equipo blaugrana se parapeta, en cambio el Madrid ataca. Al público madridista este inicio le frustra. Hay indignación cuando Pereda, con la pierna en alto, golpea a José Luis, que queda un rato conmocionado. Más cuando, un poco más tarde, Serena se va por la banda, Rigo pita porque el balón se le ha escapado fuera de la línea, pero el extremo sigue y Gallego le cruza violentamente. Aqui comenzaría el festival y caen algunas botellas en el lugar. Poco más tarde, el propio Gallego voltea a Pirri, que queda en el suelo, dañado. Otro pequeño lanzamiento de botellas. Pirri está fuera ocho minutos, vuelve con luxación de clavícula y así termina el partido, con el brazo doblado hacia arriba, corriendo con dificultad.
Se llega al descanso. A los doce minutos de la segunda parte se desata el "guerra". Serena entra por el centro del área y cae ante la entrada de Eladio, justo en la misma línea del área. Rigo deja seguir. La lluvia de botellas es bestial, fue lo nunca visto. Por aquell época eran muy frecuentes los lanzamientos de almohadillas al terreno de juego, pero excepcionales los de botellas. Pero aquel día llovieron botellas de cristal, de cuarto o tercio de litro, de cerveza, Coca-cola, Fanta... En caso de impacto podían hace mucho daño.
Algo más tarde, una fricción entre Torres y Amancio provoca otra tremenda lluvia de botellas, que los propios jugadores piden al fondo que cese. Sadurní decide pasar desde ese momento y hasta el final de encuentro, cuando no tiene el juego cerca, dentro de la portería, esperando que la red le proteja, porque algunos hacen tiro al blanco con él. En cada zona del campo, cualquier falta de un barcelonista cerca que la banda es replicada con una lluvia de botellas.
e llega al final con el solitario autogol de Zunzunegui. Cuando Zaldúa recoge la Copa de manos de Franco, el estadio es un grito unánime: "¡Rigo, campeón!". Justo al llegar a celebrarlo con sus compañeros una de las botellas impactan el y algunas en la Copa que queda magullada. El Barça se retira al túnel entre más botellas, parecía mentira que aún quedaran alguna en poder de los aficionados

Cap. 1483: La "triste" final de las Botellas (III)

Aquel era el partido que cerraba la temporada 1967/68, que contaba con la desgracía del fallecimiento de Julio César Benítez, en extrañas circunstancias. Que a día de hoy siguen siendo una "leyenda urbana" y más cuando las autoridades de Barcelona, fueron los que denegaron la autopsia del jugador blaugrana. El equipo se había conjurado para ganar la Copa como homenaje a su compañero y amigo

Real Madrid - FC Barcelona 0-1
Barcelona: Sadurni, Torres, Gallego, Eladio, Zabalza, Fuste, Rife, Zaldua, Mendoza, Pereda, Rexach.
Madrid: Betancort, Miera, Zunzunegui, Sanchis, Pirri, Zoco, Serena, Amancio, Grosso, Jose Luis, Miguel Perez.
Goles: 0-1 Zunzunegui (pp)

.El partido empieza mal para el Madrid: centro desde la izquierda e intento de despeje en pifia de Zunzunegui, que manda el balón cruzado al segundo palo de Betancort, que no puede evitar que el balón llegue al fondo de las mallas. Era el 0-1, pero aún quedaban 84 min, y nada parecía estra sentenciado. Aquella noche si se hubiera dado el mvp del partido este habría sido para Sadurni, que evito que los blancos empataran

Cap. 1483: La "triste" final de las Botellas (II)

Los dos colegiados eran los dos grandes árbitros de la liga y en caso de duda hacían lo posible por agradar al grande de turno. Así estaban arriba en sus dos listas y les arbitraban con frecuencia, lo que les daba fama y currículo. Pero cuando ambos se enfrentaban había que elegir, y… El caso es que se mantuvo a Rigo, contra las protestas del Madrid. El asunto fue comidilla durante esos doce días. Por su parte, en Barcelona se quejaban de que la final fuese en el Santiago Bernabéu, que la Federación defendía como "campo neutral". No había privilegio en los precios de las entradas. Pero había el privilegio de la proximidad. Viajar desde Barcelona costaba dinero y ni había tanto ni era tan fácil ni habitual viajar como ahora. Para más inri, ese 11 de julio encontrado en la apretada agenda del Caudillo era jueves, día laborable. Para los barcelonistas era muy difícil acudir. Por lo cual tampoco se cumplia lo de "campo nuetral", se jugaba en el terreno del máximo rival y con su afición animando desde el principio
El Madrid llegaba como campeón de Liga, pero con tres bajas duplicadas. Le faltaban el lateral Calpe y su suplente, González; el interior Velázquez y su suplente, Félix Ruiz; el extremo izquierda, Gento, y su suplente, Bueno. Y además, del delantero Veloso. Muñoz recompuso como pudo aquel equipo: Betancort; Miera, Zunzunegui, Sanchis; Pirri, Zoco; Serena, Amancio, Grosso, José Luis y Miguel Pérez. A este último se le ha conseguido repescar de la mili la víspera, con un permiso extra. Se intenta lo mismo con el interior De Diego, pero no se consigue. El Barça sale con los mejores: Sadurní; Torres, Gallego, Eladio; Fusté, Zabalza; Rifé, Pereda, Mendoza, Zaldúa y Rexach, en lugar del habitual Oliveros.
En el Estadio, más de cien mil espectadores (antes tanto el Camp Nou o el Bernabeo o cualquier campo tenían un "superavit" de esepctadores), con abrumadora mayoría de madridistas. En el palco, los popliticos del Régimen, junto a los presidentes, Santiago Bernabéu y Narcís de Carreras.

Cap. 1483: La "triste" final de las Botellas (I)

El 11 de julio de 1968, se jugaba en el campo "neutral" del Santiago Bernabeu la final de la Copa de España entre el Real Madrid y el FC Barcelona. Es posiblemente una de las finales con más polemicas que han habido. Tras cada partido, los dos clubes puntuaban al árbitro. Para cada partido se buscaba el mejor colocado en la suma de ambas listas. Para el Barça, Rigo era el primero y para el Madrid, el segundo. (Hasta después de esa final, claro). El primero en la del Madrid era Ortiz de Mendibil, que estaba recusado por los azulgrana desde un gol concedido también en el descuento a Veloso en un Madrid-Barça de 1966, cuando el árbitro concedió un descuento de hasta 11 minutos, con la excusa de que se le había parado el reloj, casualmente pito el final poco después del gol de Veloso. El árbitro de la final sería Antonio Rigo, al cual se le acuso de recibir "favores" del Barça, pero como el declaró en su día:
"El Barça nunca me ofreció nada, ni siquiera tengo una insignia. Sin embargo el Madrid, Antonio Calderón, creo que era gerente del club... Pues en la caseta, antes del partido, me dijo que me iba a hacer un buen regalo. Que era costumbre del Madrid regalar un reloj de oro. Supongo que era condicionado a la victoria de su equipo, porque aún estoy esperando ese regalo"
El Madrid instó a la federación a que cambiara la designación, pero esta no quiso. En realidad, se habia cumplido con la costumbre entonces era designar a los árbitros cotejando la posición que tenían en la lista de los equipos contendientes. Por lo cual no entendían cual era ese problema.
Para que esa "bola de nieve", creciera solo basto que entre las semifinales y la final hubo más tiempo del habitual, doce días. La final se retrasó hasta el 11 de julio por problemas de agenda de Francisco Franco. Visto con perspectiva, sorprende que el "Dictador", al que tanto veíamos en el NO-DO cazando o pescando (salmones en Asturias o atunes desde el Azor) tuviera una agenda tan complicada. Pero esa vez la tuvo y la polémica se alargó. O lo que se buscaba era que la FEF recapacitara sobre su decisión