divendres, 27 de maig del 2016

Cap. 2977: La rivalidad con el Zaragoza

La rivalidad entre el FC Barcelona y el Zaragoza tiene unos orígenes muy precisos. El contexto sociocultural era propicio para que surgiera, pero se forjó por razones deportivas en la primera mitad de la década de los sesenta. De 1963 a 1966, es decir, en el transcurso de cuatro temporadas, el FC Barcelona y el Real Zaragoza se enfrentaron hasta cinco veces, cuatro veces en la Copa de España y una en la Copa de Ferias. Aunque el balance general es favorable al equipo aragonés, con tres victorias contra dos, a favor de los azulgranas está el hecho de que las dos victoriarias del Barça llegaron a las dos finales que disputaron.
Precisamente el primer partido de esta lista de enfrentamientos fue una final. Se jugó en 1963 en Barcelona, ​​y el Barça se la llevó con facilidad, con un claro 3 a 1. Pero a partir de ese momento, el Zaragoza se convirtió en un rival temible. Comenzaba la era de los "Cinco magníficos", la delantera más recordada de la historia del Zaragoza. Estaba formada por Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. En 1964, eliminaron al Barça en las semifinales y obtuvieron los dos primeros títulos para el club aragonés, la Copa de Ferias y la Copa de España. En 1965, volvieron eliminar los azulgranas en cuartos de final de la Copa de España, con un 6 a 4 en la Romareda y un 0 a 1 en el Camp Nou. Y volvieron a las semiinals de 1965.
Esa misma temporada, FC Barcelona y Zaragoza se clasificaron para la final de la Copa de Ferias. Pero el partido se tuvo que aplazar por la disputa del Mundial de Inglaterra y quedó pendiente para septiembre, de la siguiebte temporada. Tal vez fue mejor, porque el Barça la ganó en una final espectacular que ha quedado grabada en la memoria colectiva del barcelonismo como la gran noche de Lluís Pujol. En el partido de ida en el Camp Nou, el Zaragoza se impuso por 0 a 1, con gol de Canario. Una semana después, el Barça visitó una Romareda que ya estaba lista para celebrar otro título. Pero en "Pujolet" los amargó la fiesta. Durante el tiempo reglamentario, dos goles de Pujol y uno de Zaballa, pusieron un 2 a 3 en el marcador que forzaba la prórroga. Y, en el tiempo suplementario, Lluís Pujol hizo el gol de la victoria. El Barça era el campeón y había aplastado la fiesta de los aragoneses. Desde entonces, el Barça y el Zaragoza han mantenido viva la rivalidad con enfrentamientos tan espectaculares como la final de Copa de España en 1986 que dio al Zaragoza la oportunidad de vengarse, ganando en la final por 0-1 con gol de Ruben Sosa

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